Sábado, 02 Diciembre

Definición.

        Una iglesia misionera es la que cumple con el propósito de extender -por los medios a su alcance– el Evangelio a todo el mundo. No es misionera la iglesia que, en cierto sentido,  sólo ayuda con una parte de sus entradas.

         Una iglesia misionera era la de Tesalónica (1 Tesalonicenses 1:8) “Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido” .

Comparación y diferencia.

        Para hacer notar una de las ventajas de una iglesia misionera sobre otra que no lo es, tenemos, por ejemplo, el capítulo ya citado en contraste con el 1 Corintios 1. Notamos que mientras el apóstol Pablo se dirige a los de Tesalónica con palabras de gozo al comprobar su testimonio, tiene palabras de admonición para los de Corinto, ocupados en egotismo contencioso: “Quiero decir, que cada uno de vosotros  dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo” (1 Corintios 1:12).

Posible razón y Consecuencias.

        Los tesalonicenses estarían tan ocupados en los trabajos que demandaban el extenderse a otros lugares; en cuidar su propio lugar y conducta; en reunir para el sostén de los obreros; en orar por estos y por el servicio confiado por el Señor a cada uno, que no quedaba tiempo para otras cosas, tema de discusión de los corintios. Lo que decimos puede ser la experiencia de cada congregación. Los que han llevado a cabo campañas con una carpa, recordarán fácilmente este tiempo feliz cuando los de mayor experiencia indicaban los trabajos y los jóvenes se prestaban espontáneamente a su realización. Oraciones, cánticos, repartición de folletos, invitaciones, etc., todo era entusiasmo, gozo, comunión. Casi se desconocía el cansancio; y había resultado efectivo.

         Creemos que esas y otras reuniones, amén de visitas a lugares donde no hay testimonio, evita que caigamos en la fría rutina y lleguemos a necesitar las palabras de Efesios 5:14 “Despiértate tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo”. La inercia de las congregaciones puede compararse al agua quieta; se corrompe por el estancamiento; el ocio siempre es peligroso. ¡Cuidado! Una avanzada es sinónimo de ocuparse más de la OBRA MISIONERA.

 

Carlos Noya. Revista “Campo Misionero”. Enero 1945